Cuando los polis descubre que Viard tiene una debilidad por los cultiristas bien formados, envian a otro “mecánico de prueba” (el musculado Roberto Giorgio), y de hecho Viard resulta excitado, invitándole a cenar la noche de su primer día de trabajo. Esto no lo encaja bien el antiguo amante de Viard (Attila Rajnay, una verdadera montaña de músculos), quién más tarde intenta retomar su romance. Empiezan a darle en una esquina del gimnasio y pronto se les une otro hombre musculoso (Pavel Nemec) para otro trío calado de sudor. Viard es un perro sexual insaciable, besando apasionadamente, chupando con maestría y haciendo rimming vorazmente a los otros dos, quienes le devuelven el favor. El grande y macho Rajnay resulta ser mayoritariamente un grande y macho pasivo; Viard demuestra repetidamente sus habilidades pasivo-agresivas; y Nemec se los folla a ambos en una miríada de configuraciones. Las corridas también son impresionantes, especialmente la de Rajnay de cinco chorros.
